Cuando causé baja del Ejército, muchas dudas se quedaron en el aire, dudas que un Oficial de Estado Mayor no le respondería a un Cadete, no porque no supiera la respuesta, sino porque no era tiempo de que el Cadete conociera las respuestas.
En mi casa de la Unidad Habitacional Militar en Oaxaca, donde vivía con mi Papá, me encontré "Generals in the Palacio, the Military in Modern Mexico" de un tal Roderic Ai Camp. El título me llamó la atención porque nunca había visto una publicación extranjera dedicada totalmente al Ejército Mexicano. Cuando lo abrí, me llevé una sorpresa aún mayor: el libro ya había sido traducido por la Sección Segunda (Inteligencia) del Estado Mayor de la Defensa Nacional, lo que obviamente me facilitó aún mas su comprensión.
Ante la falta de cosas útiles por hacer mientras esperaba mis resultados de admisión a la universidad, dediqué como dos semanas a la lectura del libro. Es una Investigación a fondo de aspectos casi desconocidos del ejército, del origen de su forma de actuar, los fundamentos de su hermetica actitud ante los medios de comunicación y de su compromiso con las instituciones.
Después de la Revolución Mexicana, el Ejército y la política eran practicamente uno mismo, al grado que antes de 1950, la mitad de los escaños y las curules (No, no son lo mismo, es mas, el que me diga la diferencia, se gana 50 puntos de respeto) eran ocupados por Militares retirados, Militares con Licencia y ex-militares. De ahí la estadistica nos tralada a 1992, donde sólo dos curules eran ocupadas por Militares retirados.
Esto se debe a que los presidentes civiles, han decidido apartar a los militares de la politica por cuestiones de conveniencia: es mucho más fácil convencer a un civil, que ha sido educado en escuelas donde el debate es permitido y alentado, a un militar de carrera educado (aqui la linea es muy delgada) en escuelas militares de pensamiento rígido, preparados para usar la espada y no el bisturí.
Desde el primer presidente civil después de la revolución y acelerado por los acontecimientos de 1968, la educación militar ha cambiado con velocidad. Desde el Internado de los futuros oficiales en el Heroico colegio Militar hasta la consagración del Arte de la Guerra en el Colegio de Defensa Nacional.
En 1960, época en la que mi papá y el papá de uno de mis mejores amigos fueran alumnos del H. Colegio Militar, uno de los pilares esenciales del programa de estudios eran las ciencias sociales: Sociología, Filodofía, Historía. Otras materias básicas como Etimologías, Algebra, Geometría, Cálculo (en tercer año), Fisica, Química, etc. En General, materias que le daban al futuro oficial una capacidad de discernimiento tan grande, que era capaz de distinguir entre situaciones donde se hacía el bien, donde se hacía lo correcto y donde se debían ejecutar (no obedecer) las órdenes que emanaba la superioridad.
Antes, en esa época, y hasta 1969, los oficiales egresados del H. Colegio Militar (Cuna de los grandes generales del ejército) eran capaces de tomar decisiones en base a la legalidad de las ordenes que recibían, eran capaces de expresar una opinión con bases, y llegado el caso, de llegar a desobedecer una orden, cuando esta no tuviera fundamentos legales y éticos para ser ejecutada.
Roderic Ai Camp, llegó a la conclusión de que el nuevo mando político (civil) del país, consideraba como una amenaza a largo plazo a este tipo de oficiales, por lo que se decidio cambiar, casi de golpe y tomando como pretexto los eventios de 1968, la participación militar en la política mexicana.
Cabe aclarar, que a la forma de ver de Camp (y de la mía también), lo único que no ha cambiado en la educación militar es el respeto a las instituciones, a la Bandera, a la Presidencia, a los poderes legalmente establecidos. y que quede claro que "Instituciones" no es igual que "personas". aclaremos que el Presidente de la Republica, a la mirada del ejército, no es una persona, es una institucion que debe ser defendida siempre y cuando actúe bajo el amparo de las leyes y buscando el bienestar de la nación.
Regresando a la Educiación Militar, después del desastre de 1968, la educación militar cambió, tuvo que cambiar, debido a que muchos oficiales comenzaron a preguntarse si habían realizado "bien" las cosas, y si lo que estaba "bien" era mejor que lo "correcto".
Debido a ese cuestionamiento, Muchos oficiales del extinto Batallón de Paracaidistas fueron enviados a unidades regulares en otros lugares del pais, debido a ese cuestionamiento (y para alejarlos de la contaminación imperante) los Cadetes del Colegio Militar fueron enviados a realizar maniobras y juegos de guerra a la península de Yucatán.
La educación en el Colegio Militar ahora se compone en un 90% de materias militares y 10% de materias de ciencia dura (matemáticas, Física y Química) La ética le cedió su lugar a 6 semestres de Deberes Militares, Derecho Mexicano le dio su lugar a otros 6 semestres de legislación militar, y asi podemos seguir con la lista.
El resultado de estos cambios (y permitidos por el mando militar debido a la obediencia a las órdenes legalmente emitidas) son oficiales (y aquí Korkuss no me va a dejar mentir) con una falta enorme de criterio, sin capacidad de decisión, sordos mentales y en extremo manipulables.
Los actuales oficiales egresados del Colegio Militar, son incapaces de discernir entre ordener legales y abusos de autoridad. Faltos del espíritu de cuerpo esencial y necesario en todos y cada uno de los miembros del ejército.
Los oficiales que valían la pena, ahora son generales retirados que ven con preocupación el ascenso de López Obrador, que se preocupan porque a los actuales oficiales no les importa que un demagogo llegue al poder, que después de incumplir sus promesas, lo único que le quede para mantenerse en el poder sea el ejército.
¿Dónde quedaron los oficiales que preferían no ascender, estar a disposición, ser procesados, antes de ejecutar órdenes que perjudicaran a sus soldados?