Amores inconclusos, corazones rotos rotos, pasaportes olvidados y cambios de trabajo marcaron el año pasado.
¿Qué se dice y qué se hace cuando uno voltea la cabeza y ve una senda irregular, marcada igual con triunfos que con fracasos?
Me enamoré y salí mal librado, viajé y regresé, me cambié de trabajo, me corrieron y encontré otro, estrené casa, reencontré amigos... vamos a dejarla como que salí emparejado con la vida. Unas por otras dicen por ahí.
¿Qué se dice y qué se hace?
Seguir chingándole.